Cuidados con Pacientes de la Tercera Edad

Paciencia, amabilidad y mucha calidad humana necesita un anciano…

Abuelo pintor artístico
Abuelo pintor artístico

Los dos elementos esenciales para el buen cuidado de un adulto mayor son, mucho amor y ejercicio físico. La enfermera o encargada del cuidado de un anciano, como dice el adagio popular, debe meterse en los zapatos de la persona de la tercera edad para entenderlo en sus caprichos, sus gustos o deseos y tratarlo con inmenso amor.

Al adulto mayor hay que mantenerlo activo. Lo recomendable es una media hora de ejercicio moderado, cinco veces por semana.  Este ejercicio puede ser trotando o caminando, en la piscina, en bicicleta, etc. Esta continua y moderada actividad mejora la salud del anciano y prolonga su vida sana.

Es importante que la enfermera esté preparada para una emergencia. Tener los números telefónicos de los servicios de urgencia y saber la ubicación de los centros de asistencia médica más cercanos pueden ser definitivos a la hora de cualquier percance. Una app como esta Plataforma para Servicios Médicos es de gran ayuda para la enfermera cuando se enfrente a una emergencia de su paciente.

Otra ayuda tecnológica sería disponer de un GPS para ubicar al adulto mayor en caso de que se extravíe. También existen en el mercado muchos accesorios tipo estuche para guardar los medicamentos del anciano y que permiten ayudar a controlar su oportuna apliación mediante reloj incorporado o sistema de alarma que se activa a la hora programada.

La parte psicológica, mental, juega un papel muy importante a estas alturas de la vida. Muchas personas de avanzada edad, al no poder servirse por sì mismas empiezan a sentirse  deprimidas, solas, tristes.  al considerar que ya son una carga para la sociedad.

El papel de enfermera o persona que cuida del abuelo juega una parte importante en su salud mental. Su objetivo debe ser levantar la confianza del anciano en si mismo, hacerlo sentir ùtil y capaz de servir a quienes lo rodean, a pesar de su edad. En resumen, hacer que el abuelo sienta deseos de seguir viviendo porque aún tiene fuerzas suficientes para hacerlo y seguir sirviendo a los demás.

Los Tratos de una Enfermera para un Paciente de la Tercera Edad

La tercera edad es una etapa de la vida en la que los pacientes pueden requerir atención y cuidados especiales. Para una enfermera, tratar y cuidar a los pacientes mayores puede ser un reto, pero también es una oportunidad para brindar una atención de calidad humana.

En primer lugar, es importante que la enfermera tenga una actitud empática y respetuosa hacia el paciente. Es fundamental escuchar y entender sus necesidades y preocupaciones, ya que muchos pacientes de la tercera edad pueden sentirse vulnerables y solos.
La enfermera debe tratar al paciente con paciencia, amabilidad y compasión, reconociendo que el paciente puede necesitar más tiempo y atención.

La enfermera también debe estar atenta a las necesidades de salud del paciente, especialmente en lo que respecta a la medicación, la nutrición y la higiene. En muchos casos, los pacientes mayores pueden tener dificultades para seguir un régimen de medicación, por lo que es importante que la enfermera se asegure de que el paciente tome la medicación adecuada y en el momento adecuado.

En cuanto a la nutrición, la enfermera debe garantizar que el paciente reciba una dieta equilibrada y adecuada a sus necesidades. Es importante estar atento a las alergias alimentarias, así como a los cambios en el apetito y la ingesta de alimentos.
La higiene también es un factor importante, ya que los pacientes mayores pueden tener dificultades para mantener su higiene personal. La enfermera debe asegurarse de que el paciente tenga acceso a una buena higiene, incluyendo baños y cambios de ropa regularmente.

La comunicación también es esencial en la atención de pacientes mayores. La enfermera debe comunicarse de manera clara y comprensible, teniendo en cuenta que algunos pacientes pueden tener problemas de audición o de memoria.
Es importante explicar el plan de atención de manera sencilla y asegurarse de que el paciente comprenda lo que se está haciendo y por qué.

Finalmente, la enfermera debe fomentar la independencia y la autonomía del paciente tanto como sea posible. Los pacientes mayores pueden sentirse frustrados o tristes por su pérdida de independencia, por lo que es importante permitirles tomar decisiones y participar en su propio cuidado tanto como sea posible.

En conclusión, tratar y cuidar a pacientes de la tercera edad requiere una actitud empática y respetuosa, una atención cuidadosa a las necesidades de salud y nutrición, una buena higiene personal, una comunicación clara y una promoción de la independencia del paciente. Con estos enfoques, una enfermera puede brindar una atención de calidad y humanizada a los pacientes mayores.

Similar Posts